Gio Ponti, reconocido maestro de la arquitectura italiana, realizó importantes aportaciones al mobiliario naval entre 1949 y 1951, diseñando para seis transatlánticos y barcos de crucero, incluyendo el Andrea Doria y el Giulio Cesare. Su enfoque en el diseño destaca con una butaca que presenta ligeras variantes en cada embarcación. Además de su obra arquitectónica, Ponti dejó un legado significativo en el ámbito de la decoración, evidenciado en sus tres viviendas milanesas, que reflejan su distintivo estilo. Su producción abarca tanto el mobiliario como la decoración interior, confirmando su influencia en el diseño del siglo XX.
